Aliméntate como nuestro Ancestros según tu diseño Evolutivo

En la búsqueda de bienestar y salud, a menudo la clave reside en mirar hacia atrás, hacia los albores de nuestra existencia. ¿Quiénes somos y de dónde venimos? ¿Qué es la Paleodieta? Estas preguntas no solo definen nuestra identidad, sino también el camino hacia un futuro más saludable.

La Paleodieta: Más que una Tendencia, un Retorno a los Orígenes

Contrario a las modas pasajeras, la Paleodieta se arraiga en un concepto profundo y ancestral. Fue el gastroenterólogo Walter L. Voegtlin quien, en 1975, introdujo esta filosofía nutricional con su obra «The Stone Age Diet». Su enfoque no era meramente teórico; Voegtlin aplicó estos principios durante décadas para tratar afecciones como la colitis, la enfermedad de Crohn, el síndrome del intestino irritable y la indigestión.

Mi Viaje Personal hacia la Paleodieta

Como muchos de ustedes, mi curiosidad por la Paleodieta fue despertada por artículos y testimonios sobre sus beneficios. Este verano, decidí profundizar en el tema. Tras devorar libros esenciales como «La Paleo Dieta» de Robb Wolf y «Paleodieta para deportistas» de Loren Cordain y Joe Friel, comprendí que era el momento de embarcarme en esta aventura nutricional. Lo que descubrí resonó con mi estilo de vida y me convenció de que era el camino a seguir.

Un Viaje al Pasado: El Paleolítico

Para entender la Paleodieta, primero debemos viajar en el tiempo hasta el Paleolítico, un periodo que abarca casi toda nuestra evolución humana. Durante esta era, nuestros ancestros eran cazadores-recolectores nómadas, subsistiendo de lo que la tierra y el mar les ofrecían.

La Revolución Neolítica y sus Consecuencias

Con la llegada de la revolución neolítica, nuestra dieta experimentó un cambio radical. La agricultura y la ganadería reemplazaron la caza y la recolección. Este cambio trajo consigo alimentos como los cereales, legumbres, lácteos, azúcar y sal, así como una serie de enfermedades desconocidas hasta entonces.

La Esencia de la Paleodieta

La Paleodieta nos invita a consumir alimentos que nuestros antepasados del Paleolítico habrían comido: carne magra, pescado, huevos, frutas, verduras y frutos secos, excluyendo aquellos introducidos en la revolución neolítica.

Mi Experiencia Personal: Un Testimonio de Cambio

Desde que adopté la Paleodieta, he experimentado cambios notables. En solo 19 días, perdí un kilo, reduje 3 cm de cintura y gané en vitalidad. Las ansias de picar entre comidas desaparecieron, y me siento más fuerte y enfocado en mis entrenamientos.

Un Llamado a la Acción

Invito a cada uno de ustedes a explorar la Paleodieta. Si sus principios resuenan con ustedes, den el paso. Para los escépticos, les animo a mantener una mente abierta. Al final, cada viaje es personal y único.

Les envío un saludo lleno de energía y les deseo éxito en sus entrenamientos. ¡Descubran el poder de volver a nuestras raíces con la Paleodieta!

Oriol Peña