24 Abr Tipos de lesiones musculares y tratamiento
Tipos de lesiones musculares y tratamiento
Lesiones musculares
A continuación detallo las principales tipos de lesiones musculares y tratamiento, que podemos tener su definición, síntomas, duración, causa. Espero que os sirva a la hora de poder identificar una lesión y poder actuar en consecuencia, y lo más importante estar advertidos para poder prevenirla en futuras ocasiones.
Principales lesiones musculares
CALAMBRE
Es la repentina contracción dolorosa de un músculo y la incapacidad para relajarlo. No comporta ningún peligro, es una lesión benigna en la práctica deportiva. La diferencia con la contractura es la duración, que en el calambre es ocasional y la contractura es más duradera.
SÍNTOMAS
Dolor muy intenso y localizado en un músculo , también tensión, el músculo se pone duro “como una piedra”. Mientras no ceda suele ser muy difícil o doloroso continuar.
DURACIÓN
Oscila entre segundos y horas.
CAUSAS
Esfuerzo intenso y prolongado. Frío o calor excesivos, o cambios bruscos de temperatura. Déficit de potasio, calcio o magnesio. Deshidratación
TRATAMIENTO
En el momento de sufrirlo lo mejor es cesar en la actividad, aunque normalmente el propio dolor obliga a detenerse. Relajar el músculo, refrescarlo usando agua fría si es preciso, realizar un masaje sobre la zona y, cuando vaya soltándose, hacer estiramientos suaves. Beber alguna bebida isotónica para reponer las pérdidas. Si son persistentes hay que consultar con un especialista, por si existen carencias de minerales y/o vitaminas.
PREVENCIÓN
Aunque es difícil prevenirlos es adecuado realizar un buen calentamiento y estar bien hidratado.
CONTRACTURA
Es la contracción persistente e involuntaria de un músculo. Al igual que el calambre es un problema benigno que no reporta ningún peligro; aunque es muy dolorosa y puede impedir la actividad deportiva, a veces se puede mantener a un nivel bajo. Se diferencia del calambre en la duración, que en el calambre es ocasional y la contractura es más duradera, el músculo queda contraído. Hay que tener cuidado de no confundirlo con una rotura de fibras.
Existen tres tipos
–Contracturas fisiológicas. Son las más frecuentes, derivan de una sobrecarga muscular o un sobreuso. Consiste en un trastorno temporal por la contracción y acortamiento muscular durante un periodo considerable de tiempo.
–Contracturas posturales. Son aquellas que se crean tras la adopción de una postura incorrecta durante un tiempo determinado. Más habituales en personas sedentarias.
–Contracturas en defensa. Se originan cuando existe una lesión primaria y como consecuencia de ésta la musculatura adyacente aumenta su actividad, produciéndose una contractura en defensa o siendo el propio músculo dañado el que crea una contractura con el fin de no agravar más la lesión primaria.
SÍNTOMAS
Dolor no agudo, pero sí constante, localizado en un músculo; también tensión, el músculo se pone duro “como una piedra”. Puede calmarse, pero no cede totalmente.
DURACIÓN
Suele durar varios días.
CAUSAS
Fatiga muscular ocasionada por un trabajo intenso. Existencia de una lesión primaria. Mala postura. Incorrecta alimentación e hidratación.
TRATAMIENTO
Reposo de 3 a 7 días, medicación (antiálgicos, antiinflamatorios, relajantes musculares…), masaje relajante. Si persiste, ultrasonidos, electroterapia antiálgica…). En el caso de las contracturas posturales es indispensable correción del hábito que las produjo.
PREVENCIÓN
No hacer sobreesfuerzos, respetar los descansos necesarios entre sesiones de entrenamiento. Evitar los incrementos bruscos de intensidad en los ejercicios. Calentar adecuadamente antes de entrenar. Si se producen habitualmente es señal de no haber rehabilitado suficiente o pueden existir carencias de minerales y/o vitaminas. Después de sufrir una contractura no se debe levantar pesos en unos días, nada de pesas.
AGUJETAS O DOLOR MUSCULAR TARDÍO
Microlesiones musculares ocasionadas por un trabajo para el que las fibras musculares no están preparadas.
SÍNTOMAS
Dolor muscular y dificultad para realizar recorridos completos de movimiento de alguna articulación. Aparece entre 12-24 horas después de haber realizado el ejercicio, llegando a su pico máximo entre 24-48 horas después. A pesar de no considerarse una lesión deportiva el dolor producido puede llegar a ser incapacitante.
DURACIÓN
2 ó 3 días.
CAUSAS
Haber ejercitado un músculo por encima del nivel de esfuerzo al que está acostumbrado, o al volver al entrenamiento tras un periodo sin ejercitarse.
CREENCIA
Existe la creencia popular de que las agujetas provienen de la acumulación de cristales de ácido láctico, que quedan entre las fibras musculares produciendo el referido dolor, como de “agujas”. Esto NO es así ya que el ácido láctico no se cristaliza a temperatura corporal (ni siquiera en una nevera) y, como es obvio, nadie lo ha visto jamás en una biopsia muscular; además no se acumula en ningún sitio porque se reutiliza rápidamente por todos los tejidos corporales (Drobnik, F. 2000).
TRATAMIENTO
La mejor forma de tratarlas es realizar, cuando sea posible, el mismo ejercicio que las produjo. También sería correcto realizar una carrera suave para activar el riego sanguíneo y limpiar de esta manera nuestro organismo de sustancias de deshecho. Algún analgésico suave también ayuda. El azúcar disuelto en agua o las pastillas de glucosa no sirven para nada, ni como tratamiento ni como prevención.
PREVENCIÓN
Evitar que las primeras sesiones de entrenamiento sean muy intensas. En general, evitar los aumentos bruscos de intensidad del ejercicio, estés en forma o no. El calentamiento no tiene efecto de cara a evitarlas o disminuirlas.
ELONGACIÓN O TIRÓN
Es un alargamiento brusco del músculo, rebasando los límites fisiológicos. Es el paso previo a una distensión o rotura fibrilar.
SÍNTOMAS
Dolor intenso y localizado en un músculo, tras haber realizado un movimiento o ejercicio brusco, suele mejorar en reposo y empeora en movimiento.
DURACIÓN
Depende de muchos factores, pero en general, puede durar desde 1 a 6 semanas.
CAUSAS
Como se indica más arriba, suele producirse por un ejercicio o movimiento brusco.
TRATAMIENTO
El reposo relativo favorece la evolución de la lesión, mientras que si se sigue la actividad se corre el riesgo de agravar la lesión. Estiramientos suaves, mejor si son ayudados por un especialista.
PREVENCIÓN
Evitar ejercicios y movimientos bruscos. Calentar adecuadamente antes de los entrenamientos y enfriar al finalizarlos.
ROTURAS DE FIBRAS
Son roturas parciales o totales de las microfibrillas o fibras musculares (tejido muscular). Se diferencian cuatro grados:
–Distensión o rotura grado 0. Sería el paso siguiente a una elongación o tirón. Las microrroturas apenas son apreciables por lo que el atleta puede agravarla al seguir con su actividad. Algunos autores la denominan tirón o elongación.
–Rotura de 1º grado. Hay rotura del algunas microfibrillas musculares. Existe dolor que aumenta al cesar la actividad, aunque a veces el atleta puede andar y apoyar sin molestias. Puede aparecer hematoma e inflamación.
–Rotura de 2º grado. Aumenta el número de fibras afectadas con respecto al grado 1. La movilidad se reduce e incluso se vuelve limitada, también existe inflamación y un posible hematoma importante. Hay dolor muy intenso a la palpación, pero puede ser que no aparezca al caminar.
–Rotura de 3º grado. Rotura completa del músculo o de la unión músculo-tendinosa. Dolor muy intenso e impotencia funcional. Depresión visible y palpable, inflamación y edema muy extenso.
SÍNTOMAS
Además de un dolor repentino, agudo e intenso en la zona afectada y al uso del músculo, podemos palpar un “escalón” en el lugar donde se ha producido la rotura. Puede aparecer hematoma por rotura de vasos sanguíneos.
DURACIÓN
Dependiendo de la gravedad y del tratamiento (hay casos en los que se necesita intervención quirúrgica y esto puede llevar varios meses).
CAUSAS
Contracción muscular violenta. Descompensación de fuerza de dos músculos (uno más débil que otro). Falta de calentamiento correcto. Fatiga excesiva producida en las fibras musculares. Existencia de una lesión previa. Impacto o colisión de un objeto provocando una comprensión violenta del músculo contra el hueso.
TRATAMIENTO
Como norma general se realizará reposo de 3 a 10 días, entrenamiento suave de 3 a 15 días, medicación (antiinflamatorios, analgésicos…) terapia física (ultrasonidos, láser, electroterapia…), y un buen programa de rehabilitación.
Grado 1: Aplicación de frío en las primeras 48 horas, para disminuir la inflamación, el edema y el hematoma. Masaje. Reeducación física. Si tras 10 días no cede se debe sospechar de una posible rotura de grado 2 ó 3.
Grado 2: Reposo total al menos una semana. Aplicar frío las primeras 48 horas y nunca calor ni masajes hasta los 4-5 días (el tratamiento oscila entre 7-8 días). Tratamiento médico habitual a base de analgésicos, antiinflamatorios, relajantes… La fisioterapia acorta el periodo de curación. Volver al entrenamiento de forma muy gradual, no es recomendable realizar trabajos intensos hasta pasadas dos semanas.
Grado 3: Igual que en grado 2, pero reposo de 15 a 21 días y tratamiento médico, quirúrgico y fisioterapéutico.
PREVENCIÓN
Calentamiento adecuado al inicio de los entrenamientos. Evitar movimientos bruscos y violentos. Hidratación correcta.
TENDINITIS
En general se trata de la inflamación de un tendón (inserción de un músculo en el hueso). El término correcto de este tipo de afecciones sería tendinopatías y pueden existir: tendinosis (degenaración), tenosinovitis (afección de la vaina), entesitis (insercción con el hueso)…
SÍNTOMAS
Como los tendones están junto a las articulaciones las tendinopatías aparecen con síntomas de dolor e incapacidad de movimientos en éstas, dicho dolor suele desaparecer tras el calentamiento, salvo en las fases agudas en las que el dolor está siempre presente. En atletismo una de las más usuales es la del tendón de Aquiles, aparece una cojera inmediata y hay imposibilidad de colocarse de puntillas.
DURACIÓN
Muy variable, dependiendo del grado (se puede llegar incluso a rotura). Después de su curación pueden persistir molestias incluso hasta dos meses.
CAUSAS
Correr por superficies duras. Zapatillas desgastadas o con poca amortiguación. Abuso del entrenamiento en pendiente o por terrenos irregulares. Aumento no progresivo del volumen de entrenamiento. Calentamiento inadecuado. Sobrecarga muscular. Falta de hidratación.
TRATAMIENTO
Reposo absoluto hasta disminución del dolor. Masaje de la musculatura periférica, estiramientos livianos y ejercicios básicos de fortalecimiento. Terapia física. Aplicación de frío tras la actividad. Medicación.
PREVENCIÓN
Calentamientos adecuados. Si tienes molestias al acabar un entrenamiento puedes aplicar frío en la zona.
Saludos a todos y que tengan un buen entreno!!!
Oriol Peña
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Publicado: 23:47h, 18 noviembremuchas gracias